lunes, 22 de noviembre de 2010

Despues de un tiempo


Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende
que el amor no significa acostarse y una compañía no significa
seguridad, y uno empieza a aprender... Que los besos no son
contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar
sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende
a construir todos sus caminos en el hoy, porque el
terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado,
hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio
jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que
alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede
aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale,
y uno aprende. Y aprende... y con cada día aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque
te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás
volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que sólo quien es
capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo
te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por
acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando
volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos
amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde
o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento
de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar lo hace cualquiera, pero perdonar
es sólo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que aunque seas feliz
con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada
persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o
desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas
humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy,
porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das
cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento
que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás
que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás
terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón,
decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir
que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene sentido.
Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo.

V. Shoffstall

sábado, 13 de noviembre de 2010

Provavelmente alegria

En la isla a veces habitada de lo que somos, hay noches, mañanas y madrugadas en que no necesitamos morir.
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres, con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó alrededor del mundo infatigable, porque mordió el alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.

jose saramago

martes, 9 de noviembre de 2010

Conservacion de los recuerdos

Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo
con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la
sala, con un cartelito que dice: «Excursión a Quilmes», o: «Frank Sinatra».
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres
gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a
lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones.» Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y
silenciosas, mientras en las de los cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan
siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas
en su sitio.

Estaria bueno que aunque sea solo por hoy seamos todos cronopios y dejemos que fluya , como tiene que ser.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Yo no te pido

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

sábado, 6 de noviembre de 2010

La marioneta


Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen,
Despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón,
escribiría mi odio sobre hielo,
y esperaría a que saliera el sol.
Pintaría con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat sería la serenata
que les ofrecería a la luna.
Regaría con lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalo...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...
No dejaría pasar un solo día
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos
y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están,
al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas,
pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres
He aprendido que todo el mundo quiere vivir
en la cima de la montaña,
Sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre
sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrán de servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo.

gabriel garcia marquez.