martes, 24 de diciembre de 2013

Y llegaron las fiestas

Cada vez se festeja menos , pero la navidad llega año tras año. Lo recuerdo siempre como un dia lleno de magia y si bien hay personas que amo que ya no estan y estas fechas me las recuerdan mas que nunca hay que tener muy presente a quien estan y nos acompañan dia a dia y logran sacarnos una sonrisa. Por eso brindemos todos por la risa y el amor , ya con eso tenemos que sentirnos mas que satisfechos.
Salud y festejemos por que la vida nos siga sorprendiendo dia a dia .
Un placer coincidir en esta vida con los amigos que tengo y la familia que me toco

Feliz Navidad y Prospero año nuevo

lunes, 8 de julio de 2013

Como duele crecer , como cuesta adaptarse a los cambios . Hace tiempo ya que vengo transitando muchos cambios , fueron tan seguidos que no me permitieron adaptarme a uno  que ya acechaba el otro ¿Esta mal decir : "No quiero bancarme otro cambio mas por un tiempo" ? Yo se que es parte del proceso de la vida y que como dicen por ahí "si sucede conviene" pero el corazón a veces se cansa y necesita un tiempo de descanso.
¿Vida me das ese tiempo que necesito ?

viernes, 6 de enero de 2012

No digas nada

Ojos que no ven , corazón que no siente. 
... Este corazón ya se ha cansado de mirar para otro lado para no querer sentir

miércoles, 26 de octubre de 2011

Pensamientos

Desaparece , basta no te mereces que te extrañe ,
 no mejor no ,
 volve , veni , quédate ,
 no te vayas ! 
Aparece ...

lunes, 18 de julio de 2011

It`s never too late

For what it's worth: it's never too late or, in my case, too early to be whoever you want to be. There's no time limit, stop whenever you want. You can change or stay the same, there are no rules to this thing. We can make the best or the worst of it. I hope you make the best of it. And I hope you see things that startle you. I hope you feel things you never felt before. I hope you meet people with a different point of view. I hope you live a life you're proud of. If you find that you're not, I hope you have the strength to start all over again. 


Benjamin Button

domingo, 17 de julio de 2011

Perdida y recuperación del pelo

Para luchar contra el pragmatismo y la horrible tendencia a la consecución de fines útiles, mi primo el mayor propugna el procedimiento de sacarse un buen pelo de la cabeza, hacerle un nudo en el medio y dejarlo caer suavemente por el agujero del lavabo. Si este pelo se engancha en la rejilla que suele cundir en dichos agujeros, bastará abrir un poco la canilla para que se pierda de vista. Sin malgastar un instante, hay que iniciar la tarea de recuperación del pelo. La primera operación se reduce a desmontar el sifón del lavabo para ver si el pelo se ha enganchado en alguna de las rugosidades del caño. Si no se lo encuentra, hay que poner en descubierto el tramo de caño que va del sifón a la cañería de desagüe principal. Es seguro que en esta parte aparecerán muchos pelos, y habrá que contar con la ayuda del resto de la familia para examinarlos uno a uno en busca del nudo. Si no aparece, se planteará el interesante problema de romper la cañería hasta la planta baja, pero esto significa un esfuerzo mayor, pues durante ocho o diez años habrá que trabajar en algún ministerio o casa de comercio para reunir el dinero que permita comprar los cuatro departamentos situados debajo del de mi primo el mayor, todo ello con la desventaja extraordinaria de que mientras se trabaja durante esos ocho o diez años no se podrá evitar la penosa sensación de que el pelo ya no está en la cañería y que sólo por una remota casualidad permanece enganchado en alguna saliente herrumbrada del caño. Llegará el día en que podamos romper los caños de todos los departamentos, y durante meses viviremos rodeados de palanganas y otros recipientes llenos de pelos mojados, así como de asistentes y mendigos a los que pagaremos generosamente para que busquen, separen, clasifiquen y nos traigan los pelos posibles a fin de alcanzar la deseada certidumbre. Si el pelo no aparece, entraremos en una etapa mucho más vaga y complicada, porque el tramo siguiente nos lleva a las cloacas mayores de la ciudad. Luego de comprar un traje especial, aprenderemos a deslizarnos por las alcantarillas a altas horas de la noche, armados de una linterna poderosa y una máscara de oxígeno, y exploraremos las galerías menores y mayores, ayudados si es posible por individuos del hampa, con quienes habremos trabado relación y a los que tendremos que dar gran parte del dinero que de día ganamos en un ministerio o una casa de comercio. Con mucha frecuencia tendremos la impresión de haber llegado al término de la tarea, porque encontraremos pelo (o nos traerán) pelos semejantes al que buscamos; pero como no se sabe de ningún caso en que un pelo tenga un nudo en el medio sin intervención de mano humana, acabaremos casi siempre por comprobar que el nudo en cuestión es un simple engrosamiento del calibre del pelo (aunque tampoco sabemos de ningún caso parecido) o un depósito de algún silicato u óxido cualquiera producido por una larga permanencia en una superficie húmeda. Es probable que avancemos así por diversos tramos de cañerías menores y mayores, hasta llegar a ese sitio donde ya nadie se decidirá a penetrar: el caño maestro enfilado en dirección al río, la reunión torrentosa de los detritos en la que ningún dinero, ninguna barca, ningún soborno nos permitirán continuar la búsqueda. Pero antes de eso, y quizá mucho antes, por ejemplo a pocos centímetros de la boca del lavabo, a la altura del departamento del segundo piso, o en la primera cañería subterránea, puede suceder que encontremos el pelo. Basta pensar en la alegría que eso nos producirá, en el asombrado cálculo de los esfuerzos ahorrados por pura buena suerte, para escoger, para exigir prácticamente una tarea semejante, que todo maestro consciente debería aconsejar a sus alumnos desde la más tierna infancia, en vez de secarles el alma con la regla de tres compuesta o las tristezas de Cancha Rayada.



Julio Cortazar